Danish Butter Cookies: Galletas danesas caseras… irresistibles

Llevaba mucho, muchísimo tiempo queriendo probar esta receta, la de las típicas galletas danesas, aquellas que venían en una lata redonda azul con papelitos blancos divisorios… ¿sabes cuáles son? Son las típicas «danish butter cookies», galletas suaves de mantequilla, con azúcar por encima, ideales para tomar el té o acompañar un café. Aunque yo de pequeña atracaba la lata y la dejaba temblando. Así, tal cual, sin acompañamientos ni ayuda.
He estado investigando un poco, leyendo mil recetas, pero… ¿sabéis cuando vais a comprar unos zapatos, los primeros os encantan, pero os probáis mil y un más «por si acaso encuentro otros que me gustan más», pero al final os acabáis comprando los primeros que habíais visto? Pues me ha pasado más o menos lo mismo. El Sabio Google ha ordenado los resultados para «galletas danesas» de manera que con la primera ya no necesitas buscar más, y si lo haces (como yo) estarás perdiendo el tiempo.
Cocinillas.es tiene publicada la receta de las galletas danesas caseras más buenas que he probado en mi vida. Y para colmo, son facilísimas de hacer. Yo he variado varias cosas, así que esta es mi versión 🙂
¡Por cierto! Yo las he acompañado con un Twinings fresh&fruity Tea, un té inglés que compré este verano en Londres que está delicioso. Es de frutos rojos, de ahí el color del té que se ve en la taza ^^


Receta galletas danesas caseras (basada en la publicación de Cocinillas.es)

Ingredientes
375g de harina
1/2 cucharadita de sal (cucharadita típica para el café)
225g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
200g de azúcar
1 huevo M
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de agua de azahar (o una cucharada sopera de zumo de limón)
Azúcar Candí Blanco (son de La Azucarera, y tienen el aspecto de piedras pequeñas de azúcar. Son ideales para infusiones)

Preparación

  1. Mezclamos la harina con la sal en un bol grande, con el que nos sobre suficiente espacio para poder amasar posteriormente.
  2. En otro bol, colocamos la mantequilla a temperatura ambiente y la ablandamos. Si no tenemos la mantequilla a temperatura ambiente, podemos meterla durante 1 minuto a descongelar en el microondas.
  3. Añadimos el azúcar junto con la mantequilla y mezclamos hasta que quede una masa integrada y esponjosa.
  4. Añadimos el huevo ligeramente batido y mezclamos hasta que esté completamente integrado.
  5. Agregar la esencia de vainilla y volver a mezclar.
  6. Hacer lo mismo con la esencia de azahar (o el zumo del limón). Mezclamos bien.
  7. Echamos la mezcla anterior en el bol donde teníamos el harina, y mezclamos bien. Cuando esté demasiado duro para continuar lo sacamos del bol y amasamos con las manos hasta que quede una mezcla uniforme.
  8. Dividimos la masa en dos bolas, las aplastamos formando dos discos y los envolvemos en papel film.
  9. Las metemos en la nevera 1 hora.
  10. Pasada esa hora, sacamos la masa de la nevera. Notaréis que está muy dura, porque la mantequilla se solidifica en la nevera. Extendemos la masa sobre papel de horno intentando que quede del mismo grosor. Si la masa se pega un poco al rodillo: es mejor colocar otro papel de horno encima de la masa (uno encima y otro debajo), pero NO agreguéis más harina a la masa, pues os quedarían galletas harinosas y con un sabor deteriorado.
  11. Cortamos las galletas con la forma que queramos (yo utilicé cuadraditos, redondas e hice palitos alargados para el té) y las vamos colocando en una bandeja sobre papel de horno. Si se reblandece demasiado la podemos volver a meter a la nevera unos minutos, no tarda mucho en volver a solidificarse. Con los restos, amasamos y volvemos a cortar. Es importante hacerse con unos listones de madera o con un rodillo nivelador para conseguir que la masa sea del mismo grosor en toda la superficie.
  12. Dejamos la masa ya cortada en galletas 15 minutos más en la nevera. Evitaremos que las galletas se deformen, y así conservan su forma perfectamente.
  13. Espolvoreamos azúcar por encima de todas y cada una de las galletas. Se puede utilizar azúcar normal, pero como las galletas danesas comercializadas llevan granitos de azúcar más gordos, encontré azúcar Candí Blanco (son de La Azucarera, y tienen el aspecto de piedras pequeñas de azúcar). Yo lo machaqué en un mortero y lo puse por encima de las galletas. Resultó que se derritió la mayor parte del azúcar… XD
  14. Horneamos a 200º durante aproximadamente 10 minutos. Este paso es el más importante: y depende mucho del horno. Tenemos que conseguir un aspecto más blanquecino (más del que me ha quedado a mí). Que se doren por los bordes es suficiente, ya que después, aunque las veamos blandas, se endurecen enseguida.
  15. Sacar del horno y dejar enfriar.
Seguro que si las probáis quedaréis encantados, saben realmente como las de la caja y se hacen con ingredientes que todos tenemos a mano ^^
Gracias y… have a sweet day! 🙂
* Zaida.

11 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Que buena pinta tienen esas galletas!Besos! :)http://condobledeazucarv.blogspot.com.es/

    1. Gracias Verónica! Y facilísimas de hacer!
      Un abrazo!

  2. He oído hablar mucho de estas galletas pero no las he hecho nunca. Quizá me anime con tu receta. Te he dejado un premio en mi blog. Un beso! http://sweetcoloursbakery.blogspot.com.es/

  3. Muchísimas gracias!!! Guau… qué subidón! 🙂 Un abrazo!

  4. Agus dice:

    Muy buenos los tips!

  5. Andrea dice:

    hoy le contaba a mi hija de estas galletas que venían en unas latas y eran riquísimas… como ya no las venden mas hoy las haremos nosotras !!!

    1. Qué bonito Andrea! Me alegro! ¿cómo ha ido la receta? Espero que haya salido riquísima!!

  6. Pilar dice:

    hola! Gracias por compartir ! estoy como tu, en busca de la receta «perfecta» de galletas porque siempre me quedan más bien con mucho sabor a harina. Tengo la duda de si el azucar es blanco normal o es glass. Es que he visto en alguna que lo hacen con azucar glass. gracias y un saludo.

    1. ¡Hola Pilar! Yo intento ponerle el mínimo de harina posible y «jugar» más con la temperatura para manejar fácillemente la masa, en lugar de añadirle harina… pero éstas no quedan muy harinosas para mi gusto.
      Tienes toda la razón con lo del azúcar, las he hecho con los 2 y quedan más suaves y finas con el azúcar glas… suerte y ya me cuentas cómo salen! 🙂

      Un abrazo!

      1. Pilar dice:

        Gracias Zaida. Las he hecho finalmente con el azucar «normal» y han gustado bastante. Realmente no quedan nada harinosas. Como las haré más de una vez … las próximas con azucar glass a ver qué tal. Muchas gracias !!

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